Inspección de Trabajo ve protocolos erróneos en el caso de la técnico de rayos que perdió a su bebé

La Inspección de Trabajo ha emitido un informe en el que advierte de que los protocolos laborales de protección que debían salvaguardar a la técnico que perdió a su bebé en el Hospital Clínico fueron erróneos. Trabajo considera: «sí, se constata que no se ha cumplido con la obligación recogida en el artículo 14 de la Ley de Prevención de Riesgos Laborales de garantizar la protección de la seguridad y salud de la trabajadora embarazada».

La técnico de radiodiagnóstico del Hospital Clínico de Valencia perdió su bebé mientras estaba en gestación porque fue destinada a la unidad de Urgencias a pesar de que poseía un escrito del Servicio de Prevención de Riesgos Laborales en el que se recomendaba una adaptación de su puesto por su embarazo para evitar riegos.

El trágico desenlace y la advertencia de Trabajo ha motivado a que los servicios jurídicos de Intersindical ya estén estudiando iniciar acciones judiciales para esclarecer si se produjo una causa-efecto en el fallecimiento del nasciturus.

En su dictamen, Trabajo ha dado un mes a la dirección del Hospital Clínico para «proceder a evaluar el Servicio de Radiodiagnóstico, incluyendo evaluación específica a que se refiere el artículo 26 de la Ley de Protección de Riesgos laborales».

También se exige -con un plazo de dos meses- que se garantice que las trabajadoras cuenten con una información suficiente y adecuada de los riesgosexistentes y medidas preventivas adecuadas para prevenirlos, «en particular en los aspectos relativos a la protección de la maternidad, parto reciente y lactancia».

Por ultimo, los inspectores de Trabajo recuerdan que una vez que se comunique o «conozca una situación de gestación, con carácter inmediato se garantizará una adecuada protección de la seguridad y salud de la trabajadora» adoptando, para ello, «las medidas adecuadas».

Antes de perder a su bebé, la técnico de RX envió varias cartas dirigidas a todos sus responsables del centro, incluido el gerente del hospital Clínico en las que advertía de su situación. En sus misivas alertaba de que estaba en estado de gestación en la semana 4-5 y que el Servicio de Prevención de Riesgos Laborales emitió un informe en el que recomendaba limitaciones temporales para trabajar en el servicio de Radiodiagnóstico.

La técnico remitió también comunicados a todos los responsables del hospital en los que se dejaba claro que la Inspección de Trabajo ya recomendó al centro adoptar «las medidas para la adaptación del puesto de trabajo con el fin de hacerlo compatible a las circunstancias personales que el embarazo requiere».

Un esfuerzo que resultó en vano porque a la empleada que luego perdió a su bebé se le asignó un puesto en Urgencias «destino en el que se incumplen las medidas preventivas citadas en dicho informe», según exponía la carta dirigida al gerente del Hospital Clínico de Valencia.

La trabajadora insistió en que en Urgencias iba a sufrir exposición a la radiación y que se vería obligada a manipular cargas -enfermos encamados- «agravada por llevar en todo momento el delantal plomado, de tres kilos, que debía vestir contra la irradiación de RX».

De igual modo, la afectada advirtió de que se enfrentaba a un riesgo de traumatismo abdominal al atender «a pacientes que llegan con emergencia y con ansiedad y en ocasiones agresivos». Junto a estos motivos, antes de perder a su feto, la técnico también avisó de que iba a ser expuesta «a riesgos biológicos por pacientes con enfermedades contagiosas y por los radiofármacos que toman los enfermos oncológicos y que tardan evaporarse».

Finalmente la profesional, cuando estaba en el periodo de gestación de 11 semanas, sufrió una interrupción prematura del embarazo.

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